Freud, Platón y Warren Buffett I

La psicología tiene varias corrientes según el enfoque con que aborde el objeto de estudio, esto es, la persona, y el modo de estudiarla. Simplificando mucho, podríamos decir que hay una rama más “oficialista”, la cognitivo-conductual, que se fija sólo en lo observable directamente, lo exclusivamente científico, el rigor teórico, lo cuantificable… y otra rama más alternativa, la humanista, que tiene una visión más amplia y más profunda de la persona (aunque bien es verdad que en algún caso corre el riesgo de quedarse en las nubes). En esta última línea se incluye el psicoanálisis, Gestalt, terapias corporales, sistémicas, transpersonales…

Uno de los ámbitos en los que se centran muchas de las líneas humanistas en psicología es la motivación. Qué es lo que mueve en el fondo a las personas a comportarse de una manera y no de otra. Abrahan Maslow, Carl G. Jung y Erich Fromm hablan bastante de esto. Continúa leyendo Freud, Platón y Warren Buffett I

La bolsa es buena

José Antonio Fernández Hódar, en su libro “Manual del Buen Bolsista” describe con detalle la función de la Bolsa. Habla de tres funciones principalmente: Primero es canalizadora de ahorro, esto es, permite que la gente que acumula capital excedente obtenga unos beneficios de éste. Esta es la “zanahoria” de los inversores y de los especuladores. Aquí es donde surge la fantasía de dar la campanada. De conseguir lo que los autores de habla inglesa llaman “The Holy Grail” (El Santo Grial). Encontrar la fórmula, el sistema que nos permita conseguir una abultada suma de dinero. Es una realidad que lo máximo que podemos perder “sólo” es el cien por cien de nuestra inversión y podemos obtener retornos ilimitados. En fin, esto es lo que a todos los que tienen intención de invertir en Bolsa les gusta escuchar. Continúa leyendo La bolsa es buena

Bienvenido a mi blog

Chris Stevens, "Northern Exposure" (Doctor en Alaska)

Soy Lucas MacHouse, psicólogo y un estudioso de la Bolsa. Ambas facetas me apasionan. Y aunque a primera vista puedan parecer irreconciliables las emociones, lo subjetivo, lo profundo… de la persona con la frialdad, lo superficial, lo cuantificable de los números y el dinero, la conexión entre ellas es amplia y rica.

La psicología mira en el pasado, y a veces también en el futuro, para ayudar a la persona a vivir de manera adaptativa en el presente. En la Bolsa se estudia el pasado, y se tienen en cuenta las expectativas futuras, para tomar una decisión en el presente: entrar o salir del mercado. Ambas “ciencias” utilizan distintos heurísticos para describir, explicar, interpretar y predecir la realidad de la que se ocupan. Y digo heurísticos porque la realidad es tan compleja que sólo nos permite acercarnos a ella mediante aproximaciones más o menos acertadas. Y, aunque no los ponga al mismo nivel, una carta astral, la interpretación de unos sueños, un proceso de desensibilización sistemática o un test de personalidad… y un estudio de un gráfico con un “triángulo”,  un histograma de volumen o cuando valoramos un PER… tienen muchísimo en común.

Psicología y Bolsa juegan con describir e interpretar, por un lado, y predecir por otro. Y en muchas ocasiones estos dos procesos están desconectados y con el tiempo la gente no se cura  o pierde su dinero invertido. En general, nos gusta que nos digan lo que queremos oír, desde que la culpa de nuestros males actuales las tienen otros… hasta que el próximo año seremos ricos. Tenemos ilusión, esperanza en algo mejor. Buscamos recetas que hagan magia con nuestra vida. Otras veces, la conexión entre ellos permite que los proyectos lleguen a buen puerto.

No quiero tampoco convertir este blog en algo excesivamente denso y trascendental. Más bien me gustaría que se pareciera a las emisiones de radio de Chris Stevens en la K-OSO en Doctor en Alaska. Compartir con vosotros cualquier aspecto de la Psicología (la vida) y la Bolsa (la economía) en mi andadura como modesto estudiante. Y recogiendo todas aquellas aportaciones que os dignéis enviarme (lucasmachouse@gmail.com).