Freud, Platón y Warren Buffett I

La psicología tiene varias corrientes según el enfoque con que aborde el objeto de estudio, esto es, la persona, y el modo de estudiarla. Simplificando mucho, podríamos decir que hay una rama más “oficialista”, la cognitivo-conductual, que se fija sólo en lo observable directamente, lo exclusivamente científico, el rigor teórico, lo cuantificable… y otra rama más alternativa, la humanista, que tiene una visión más amplia y más profunda de la persona (aunque bien es verdad que en algún caso corre el riesgo de quedarse en las nubes). En esta última línea se incluye el psicoanálisis, Gestalt, terapias corporales, sistémicas, transpersonales…

Uno de los ámbitos en los que se centran muchas de las líneas humanistas en psicología es la motivación. Qué es lo que mueve en el fondo a las personas a comportarse de una manera y no de otra. Abrahan Maslow, Carl G. Jung y Erich Fromm hablan bastante de esto.

Para no aburrir con demasiados tecnicismos voy a tomar como referencia unos comentarios de Eduard Punset en una entrevista concedida al periódico “El mundo” sobre qué es lo que motiva al ser humano en su búsqueda de la felicidad y vamos a aplicarlo al mundo de la Bolsa. Dejo aquí el enlace a la entrevista.

 

Habla de tres dimensiones. La primera serían las relaciones personales. Esto creo que es una desventaja para los que se dedican exclusivamente a invertir o especular en Bolsa. Si tienen éxito, nadarán en la abundancia pero estarán bastante solos (con su ordenador). Incluso, si son muy buenos, tendrán muchísimo tiempo libre, pero quizás se aburran. No podrán hablar con los compañeros de trabajo sobre la serie de televisión del día anterior, no podrán tomar el cafecito de media mañana mientras hablan del futbol o del famoseo, ni desvariar un rato en la cena de empresa por Navidad, no habrá lunes tediosos ni viernes desbocados. En fin, puede ser una vida muy aburrida y carente de sentido. Aunque algunos traders seguro que se lo montarán bastante bien…

La segunda dimensión es la capacidad de control que uno tenga sobre su vida: ¿en qué medida controlo mi vida? Si no controlo nada, voy a ser infeliz. La tercera es ser consciente de aquello que te hace feliz, es lo que llaman el dominio o el elemento en que uno disfruta, innova y entiende. Podríamos reformular estas dos últimas dimensiones en una: la necesidad de entender la realidad y así controlarla. Aquí es donde el trader está muy motivado.

Esto no es nuevo.Cuando estudiamos filosofía, los primeros temas nos muestran cómo el pensamiento occidental tiene su origen en los clásicos, la cultura grecolatina. Ellos hicieron algo grande gracias a su curiosidad: primero crearon el mito y luego el logos. Y con esto trataron de explicar la realidad y predecirla, primero de una manera más supersticiosa y luego más científica. Como vemos, es la esencia del ser humano.

La aproximación a la realidad de la Bolsa sigue la misma línea. Trata de interpretar para controlar y predecir qué hará el dinero. Esta aproximación tiene dos vertientes principales: el análisis técnico y el análisis fundamental.

Siguiendo a Francisco Álvarez en “La Bolsa en tu bolsillo”, el análisis técnico es el más antiguo, ya que hace más de cien años que se empezó a trabajar con los gráficos de puntos y figuras. Él y Murphy definen el análisis técnico como “el estudio de la evolución de un mercado bursátil, principalmente basado en gráficos que se elaboran con las cotizaciones y con el objetivo de prever tendencias futuras”. Hay que aclarar que el análisis técnico es una pseudociencia. Pero el análisis técnico da para mucho (Teoría Dow, chartismo, tendencia, soporte, resistencia, figuras…).

El análisis fundamental, seguimos con la definición de Francisco Álvarez, estudia los datos básicos de una empresa (cuenta de resultados, balance, beneficios, deudas…), la estrategia de la empresa y su posicionamiento con respecto a la competencia para determinar los resultados futuros y con ellos el precio teórico de las acciones en el futuro.

A partir de ambos estudios se toman las decisiones de comprar o vender.

A esta clasificación de análisis técnico y fundamental hay que añadir el enfoque discrecional, que es un estudio subjetivo, personal… y el enfoque de los sistemas automáticos, mecánicos, que se beneficia de los recursos de los programas de ordenador.

(Seguimos en el próximo artículo)

Publicado por

Lucas Machouse

Soy Lucas MacHouse, psicólogo y un estudioso de la Bolsa. Ambas facetas me apasionan. Y aunque a primera vista puedan parecer irreconciliables las emociones, lo subjetivo, lo profundo… de la persona con la frialdad, lo superficial, lo cuantificable de los números y el dinero, la conexión entre ellas es amplia y rica.

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