Confieso que siento cierta debilidad por películas con la estética de Meditarráneo, La Vida es Bella, Cinema Paradiso, o El Cartero de Neruda (en estas dos últimas con Philippe Noiret).Tienen una fotografía entrañable, la música es de ensueño, ahí está Ennio Morricone, sus personajes son muy humanos, en ellos se refleja el aforismo: “la situación es desesperada pero no seria” como dice Paul Watzlawick (importante psicólogo del Grupo de Palo Alto, California) en su libro “El arte de amargarse la vida”, muy bueno y simpático, por cierto.
En el Cartero de Neruda se da una curiosidad: el libro, de Antonio Skármeta, que es anterior a la película, está ubicado en Chile, mientras que la película, que es italiana, lo está en una zona del Mediterráneo, ambas localizaciones son fantásticas pero muy distantes. Pero si traigo a colación esta obra es porque habla de metáforas.
Las metáforas, como dice en el personaje, Neruda, “para aclarártelo más o menos imprecisamente, son modos de decir una cosa comparándola con otra”. Se utilizan mucho en la literatura, en el lenguaje coloquial y, también, en los ámbitos científicos. En estos últimos, las metáforas o analogías ayudan a abordar y explicar el objeto de estudio. Por ejemplo, al principio de la modernidad los filósofos y biólogos utilizaban con los seres vivos la analogía del reloj, en la época contemporánea los psicólogos enarbolaban la metáfora del ordenador para referirse a la mente, aunque actualmente la han cambiado por la de las redes neuronales…
En Bolsa también son útiles las metáforas. Un amigo me ha enviado un enlace a un vídeo del programa “Salvados” de la Sexta en el que Jordi Évole entrevista a Josef Ajram quien de manera muy ilustrativa, in situ, compara una lonja de venta de pescado con la Bolsa. Metáfora muy ilustrativa donde compara a los pescadores con los estados, a los pescaderos con los inversores/especuladores, al controlador de la lonja con las agencias de calificación… la podéis ver en el video.
Aprovecho que Josef comenta que la actual crisis europea se debe al ataque de unos tiburones (la metáfora es mía) para animaros a que veáis esta entrevista a Arcadi Oliveres en la misma línea pero que intuyo desde perspectivas diametralmente opuestas.
En fin, puestos a explicar la Bolsa con metáforas, me quedo con una que leí hace tiempo y que no recuerdo si era de Kostolany, Livermore, Tvede, Paulos… comparaba la Bolsa con un juego de niños, el Pumba, la silla… en el que tienes que estar atento cuando entras y, sobre todo, cuando sales ya que si no pierdes el juego. En este juego alguien gana y alguien pierde, en psicología le llamamos juego de tipo suma 0, ya que lo que gana uno es lo que pierde el otro. En este caso cada alegría va de la mano de una tristeza.
Un comentario sobre “En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo”