¡HOUSE SE VA DE CASA!

House se va de casa

El Dr. House se va de nuestras casas. Esta octava temporada es la última. La serie tiene en su haber: un premio Peabody, dos Globos de Oro y tres premios Emmy; serie más vista en 2008 con un promedio de 82 millones de personas en sesenta y seis países…

Uno de los capítulos muy simpáticos que recuerdo es aquel en que un niño pequeño se mete juguetes en la nariz. House le extrae un policía, después un bombero, un camión de bomberos… aunque el chico no termina de mejorar. House, genial, después de mucho suspense descubre que el bebé trataba de salvar un gatito de metal del interior de sus fosas nasales.

El Dr. Gregory House (Hugh Lurie) es bastante prepotente, cínico, sarcástico, observador, un detective maquiavélico, es brillante, genial. No es nada ortodoxo, no tiene inconveniente en utilizar terapias alternativas, es muy racional… todo esto le ocasiona continuamente conflictos con sus compañeros y con el sistema.

Me gustaría hacerle un homenaje porque he pasado muy buenos momentos pegado a la tele y comentando al día siguiente los capítulos, porque es algo familia mía (aunque retirada: yo soy MacHouse) y porque si se hubiera dedicado a la Bolsa hubiera sido un trader de éxito y de referencia.

Aunque vivir con él seguramente será duro, tiene unas cualidades personales que le permiten ser también genial y brillante invirtiendo en Bolsa. Entre ellas destacaría el ser capaz de ir más allá o en contra del sistema.

En su libro,”Análisis Técnico, Operar con éxito en Acciones y Futuros”, Francisco Llinares Coloma habla de “opinión contraria de mercado” dentro de un capítulo sobre estrategia y táctica operativa.

Dice Francisco que el análisis técnico sigue funcionando porque la gente no lo termina de usar bien, ya que si todo el mundo interpretara e hiciera lo mismo se rompería el juego. Según él mismo dice: “la opinión contraria de mercado dice que , si una gran mayoría de los componentes de un mercado está segura de que el mercado va a subir, éste bajará irremisiblemente. Y viceversa”. Añade que esto es válido para las acciones y no para productos que se consumen y que hay que volver a reponer (Commodities).

Hay por ahí malas lenguas que dicen que las figuras de chartismo ya no funcionan como antes ya que todo el mundo utiliza sus reglas y las utiliza correctamente.

Aquí llegamos a un punto en el que podemos entrar en una espiral de locura. Que está muy bien ilustrada en la película “La Princesa Prometida”. El malo malísimo y el galán están delante de dos copas, se supone que una está envenenada. El malo empieza a razonar: elegiré tu copa porque piensas que voy a beber de la mía. Espera, elegiré mi copa porque piensas que pienso que voy a beber de la tuya…( ad infinitum).

Este aspecto de la opinión contraria al mercado puede ampliarse a otros ámbitos del Trading como por ejemplo los sistemas. Cuando un sistema lo utiliza mucha gente, ya no funciona.

Termino con House. Seguro que él haría en Bolsa como el enmascarado de la película: echaría veneno en las dos copas pero antes tendría a mano el antídoto. Jugaría a caballo ganador.

PD: Nos quejamos por aquí de los recortes presupuestarios en Sanidad… los americanos siempre a lo grande, ellos de recortes nada, se cargan los hospitales de golpe… y se atreven hasta con el del Dr. House. “Cuando las barbas del vecino…”. ¿Todavía queda alguien que niegue que estamos ante la madre de todas las crisis?

Publicado por

Lucas Machouse

Soy Lucas MacHouse, psicólogo y un estudioso de la Bolsa. Ambas facetas me apasionan. Y aunque a primera vista puedan parecer irreconciliables las emociones, lo subjetivo, lo profundo… de la persona con la frialdad, lo superficial, lo cuantificable de los números y el dinero, la conexión entre ellas es amplia y rica.

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