De nuevo madrugon. Compro en la pastelaria unos dulces para llevarlos al monasterio. Moto y caminata. A las ocho alli. Kalimera! (buenos dias).
Trabajo la piedra. Cafes, comida, siesta. Bueno, en el almuerzo tomamos queso, aceituas y me ofrecen (ellos tambien lo toman) una cebolla pequena. Yo, disfrutando de todo, acepto. Pero segun voy comiendo la cebolla noto que me empiezan a entrar unos sudores, que me pica la boca y ni con pan, ni agua se pasa, que se me empieza a caer la moquita… (yo creo que me ha pasado la barrera hematoencefalica porque me calienta hasta el interior del craneo, ja,ja). Seguro que es muy sano. Espero! Ja, ja.
Despues de comer tallo en la piedra 2015. Ha quedado bastante bien. Es un duro trabajo pero he disfrutado un monton.Y les ayudo. Estan construyendo un muro.
Que gente mas maja. Me han hecho un hueco y me han tratado como uno mas, con mucha delicadeza. Todo un regalo, un sueno.
El fraile me dice varias veces si voy a volver manana. Me lo pienso… pero debo partir. Llevo cinco dias en la misma ciudad! Ya lo creo que me quedaria mas tiempo…
Le pregunto al maestro cantero donde podemos poner la piedra. El me dice que no me preocupe, que hablara con el abad y le buscaran un buen lugar para los proximos siglos. Buah! Que pasada!
Apuro hasta el ultimo minuto pero debo marchar. Se hace de noche en la montana y es un largo camino de vuelta. Nos despedimos. He pasado unos dias unicos. Un sueno!
La vuelta se hace dura. Ultimo paseo por este camino que he recorrido unas cuantas veces, con estas montanas impresionantes, con este rio tan especial…
