Agricultor cultivando lechugas

Coeficientes: Coeficiente de Caja, lecciones de magia

La magia del Coeficiente de Caja

Hoy en día todo son coeficientes en este mundo tecnificado y postmoderno. Pero, ¿qué es realmente un coeficiente? La RAE dice que, en física y química, es una “expresión numérica de una propiedad o característica de un cuerpo, que generalmente se presenta como una relación entre dos magnitudes”. En matemáticas, un “factor constante que multiplica una expresión, situado generalmente a su izquierda”. También puede ser lo “que juntamente con otra cosa produce un efecto”.

Ciertamente complejo. Vamos a poner un ejemplo de psicología para aclarar o liar más al personal: el Coeficiente (o cociente) Intelectual es la cifra que expresa la inteligencia relativa de una persona y que se determina dividiendo su edad mental por su edad física.

Por si no ha quedado claro, pongamos otro ejemplo relativo a la economía: El Coeficiente de Caja (también llamado encaje bancario, activos de caja del sistema bancario, reservas requeridas, reservas obligatorias, coeficiente legal de reservas  y coeficiente de reservas) establece la relación o porcentaje de dinero que una entidad bancaria debe mantener disponible cómo mínimo, líquido, sin invertir ni prestar, a disposición de los depositarios. Los Bancos Centrales de cada país son los encargados de establecerlo.

En la zona Euro este coeficiente ha pasado del 2 al 1% desde enero de este año (en Venezuela ronda el 17%). Esto quiere decir que los bancos pueden utilizar el 99% del dinero que les entregamos (el que lo tenga) para prestarlo o invertirlo y así obtener la consiguiente rentabilidad.

Pero este detalle sin importancia permite a los bancos hacer magia: crear dinero de la nada. Para entender esto hay que distinguir entre la Base Monetaria, que resumiendo podría ser el dinero físico que corretea por ahí: billetes, monedas… y Oferta Monetaria, que podría ser el dinero disponible en el mercado para las personas, empresas… Vamos a explicar el truco: Depositamos en un banco 100€, que son nuestros, ¡ojo! Pero el banco, mientras no se los pidamos, deja 1€ en concepto de coeficiente de caja y entrega 99€ a alguien en forma de préstamo… El que recibe estos 99€ los vuelve a ingresar en el Banco, directa o indirectamente. El banco deja 0,99 € como manda el Banco Central y utiliza los 98,01€ para volver a prestarlos, invertirlos… y así ad infinitum. Resultado: se multiplica muchísimas veces el dinero disponible (por eso, los entendidos, a este mecanismo lo llaman “multiplicador del dinero”, se han currado el nombre, ¿verdad?). En la práctica, a principios de este año el dinero físico en la Eurozona rondaba 1,5 billones de euros mientras que el dinero disponible era de más de 10 billones. ¿Es o no es magia?

Agricultor cultivando lechugas

Mucha gente ve todo esto como un timo. Algunos, y más hoy en día, lo miran con temor: en el caso de que a unos cuantos ahorradores les de por sacar de golpe sus depósitos, los bancos quebrarían (hay por ahí varias iniciativas en este sentido: “Move your Money”, “Bank Transfer Day”, basadas en este talón de Aquiles de la banca). Los más técnicos, estudian su efecto en el control que ejercen las entidades bancarias, más que las instituciones públicas, sobre la cantidad de dinero, la inflación e incluso el endeudamiento, llegando a competir con los Keynesianos, Monetaristas (más o menos)… y soplándole con el matasuegras a las Escuela Clásica. Por otra parte, los banqueros viven de cultivar el dinero para que dé beneficios igual que los agricultores lo hacen con las lechugas. En definitiva todos parecen billetes verdes.

Aunque si todavía no ha quedado claro el concepto de coeficiente, podríamos estudiar el coeficiente de responsabilidad, de respeto, de transparencia, de dignidad, humanidad, sostenibilidad… para que esta vida no pierda ni un ápice de su magia.

 

La vida es apasionante, descubre tu suerte.

Lucas MacHouse

(www.psicologiadelabolsa.com)

Publicado por

Lucas Machouse

Soy Lucas MacHouse, psicólogo y un estudioso de la Bolsa. Ambas facetas me apasionan. Y aunque a primera vista puedan parecer irreconciliables las emociones, lo subjetivo, lo profundo… de la persona con la frialdad, lo superficial, lo cuantificable de los números y el dinero, la conexión entre ellas es amplia y rica.

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