Madrugo muy temprano. Desayuno en la pasteleria y compro un par de bocatas para la comida. Cojo la bolsa de fruta y me dirijo al monasterio. Consigo enganarle al camino y quitarle dos kilometros en moto, pero no se si merece la pena, ya que el camino es muy peligroso y hay que ir muy despacio. Ademas me puedo caer y romper la moto. De cualquier manera, los cinco kilometros de cuesta andando no me los quita nadie. Llego alli a las ocho. Charlo, como podemos, un rato con el cantero pero no me dice nada de ensenarme, de empezar a usar el martillo. Me desanimo. Quizas no me entendio o no le entendi.
Al cabo de una hora o asi, voy a ver como trabajan el resto de los canteros. Es un trabajo muy sacrificado. Uno de ellos me senala un bolso y me pregunta si quiero coger un martillo y un par de cortafrios y tallar. Yo encantado le respondo afirmativamente. Voy hacia el maestro cantero con las herramientas. Me busca una piedra, una escuadra y me plantea el trabajo. Me da pautas y me deja trabajar. Es un buen maestro. Es duro. Parece que no avanzo. Pero poco a poco voy haciendome con la piedra.
A las diez me dicen que vaya con ellos al monasterio a tomar cafe. Un monje me saca un trozo de bizcocho, junto al cafe. A media manana tomamos un pequeno almuerzo de queso, aceitunas y pan.
De vez en cuando disfruto contemplando el paisaje tan imponente que me rodea. Miro las montanas y… guau! Que moles! Es como cuando miras a tu novia, o tu pareja y piensas… no puede ser mas bella! O miras a tus hijos y algo dentro de ti dice… no pueden ser mas guapos! Miras estas montanas que no eres capaz de abarcar con la mirada aunque las tienes delante y sientes… que moles! No pueden ser mas hermosas! Que grandeza!
Y a las dos me invitan a comer con ellos. Un asado y una ensalada preparada por el monje. Luego siesta, me senalan una cama en un dormitorio. Charlo un rato con los monjes y unos amigos suyos. Me ensenan la habitacion de un monje famoso y me regalan un libro. Luego a seguir con la piedra que a las siete y media, hora de volver, queda incompleta. Le pregunto si puedo volver manana para terminarla. Claro que si!
Los canteros y los monjes son muy majos. Muy atentos. Para quitarse el sombrero. En especial el maestro.
Vuelvo contento a buscar la moto aunque tengo una caminata. Ceno unas verdurasy ensalada. Rico.
Otro dia completo!