Por la manana me esperaba un desayuno siciliano increible. Zumo natural de naranja, yogur, pizza, tostadas, cafe… en una terraza ideal, con el sol de la manana invitado al banquete. Pense que este hostel me iba a dar alguna sorpresa y… asi ha sido, pero tremendamente agradable. Un diez. Por el trato, las instalaciones, la limpieza… Tanto es asi que decido quedarme otro dia para empezar a escribir en este blog con el ordenador del hostel.
Me paso todo el dia escribiendo etapa tras etapa. Y por la noche voy con un par de estudiantes japoneses muy majos y muy educados (cuanto tenemos que aprender por occidente) a cenar, de nuevo al restaurante siciliano. Me pido antipasta y pasta para cenar. Muy rico.