Que lujo! Desayuno magnifico! La chica del hotel me aconseja visitar en barco las calas. Lo dejo para otra ocasion, otra cosa bonita pendiente. Salgo sin saber donde voy a dormir. No soy capaz de encontrar hostales baratos. Solo hay Bed and Breakfast que se me comen gran parte del presupuesto (y ademas hay que comer, poner gasolina, entrar a museos…). Me lanzo a la aventura con la esperanza de encontrar un camping abierto. Debe haber muchos ya que en Calabria, mas al sur, el tiempo sera idoneo para ello.
Hay vistas fantasticas de la costa. En un lugar paro a contemplarlas y coincido con un chico que va en bici y para a tomar un tentempie. Charlamos un rato, es una persona muy maja. Me dice que es un seminarista, tiene las ideas muy claras.
En Maratea visito el Cristo Redentor tras subir y subir y subir. Incluso al final me deba un poco de vertigo un paso elevado. Las vistas desde lo alto son magnificas. Hay muchas lagartijas con el lomo verde. Es curioso que la escultura mire al interior y no al mar. En el momento en que dejo el golfo Policastro entro en una via de dos carriles muy transitada y con ramos de flores (accidentes) de vez en cuando. Paro en un pueblo a ver un mausoleo y teatro romanos y unas ruinas medievales. Mucho calor y nadie por alli. Muchas lagartijas y, de repente… junto a una pared de piedra, segun voy visitando el poblado medieval… me encuentro con una serpiente de casi un metro, negra como la noche. Que susto!
Ya hay bastantes chumberas. Supongo que se llaman asi a los captus tipicos estos.
En Paola paro a ver un santuario. Hay una piedra donde los paisanos apoyan la cabeza y dicen una oracion de manera muy expresiva con los ojos cerrados. Simpatico.
Pregunto y me dicen que no hay campings ni hoteles baratos. Aunque un senor muy amable de un camping me explica cosas de la region y me anima a visitar la playa Bianca, segun el una de las mas bonitas de italia. Sigo en mi moto.
Paro en varios campings pero estan cerrados. Me dicen de uno que quizas este abierto. Segun voy buscandolo, con el sol de frente, de repente el arcen de la carretera se torna de asfalto a tierra con un escalon. La moto lo salta. No pasa nada, pero… que susto! El riesgo siempre esta ahi. Es bueno no olvidarlo.
Aburrido ya de no encontrar nada… paso por Pizzo y veo junto a la carretera un solar vallado con unas tiendas de campana grandes. Paro. Es como un campamento de los servicios de auxilio. Hay tambien una zona protegida con varios perros. Esta vacio pero abierto. Le echo un poco de cuento y hago planes de pasar ahi la noche. 
Aparece una pareja muy maja que vive cerca de alli y que me confirma que suele estar abierto y que puedo acampar sin problema. Me dicen que este pueblo es muy famoso por los helados. Los originales o los mas ricos de Italia. Como aun hay luz decido ir al centro del pueblo y volver cuando oscurezca para poner la tienda sin llamar mucho la atencion.
En el pueblo pruebo pruebo un delicioso helado Tartufo Original. Con chocolate fundente en su interior. Riquisimo!
Vuelvo, de noche, al sitio de antes a poner la tienda. Descubro que dentro hay un coche con una pareja. Me dicen que van a dar de comer a los perros. Que son de una asociacion que recoge perros abandonados y los de la institucion de auxilio les hacen el favor de dejarles el sitio pero que no pueden hacerse responsables de que yo acampe alli. Que tienen que cerrar la puerta con llave. 
Pero son muy majos, se empenan en ayudarme llamando por telefono a unos amigos para encontrar algun hostal a buen precio. No hay suerte. No hay problema, en el siguiente pueblo encontrare algo.
Salgo con la noche totalmente metida, algo desmoralizado. Y al no encontrar nada medianamente asequible opto por llegar al puerto de Regio di Calabria donde seguro habra por lo menos una estacion o puerto donde echar una cabezada aunque viaje toda la noche. Y si por el camino encuentro algo idoneo, bienvenido sea. Aunque en esta zona he visto mucha gente sin ocupacion, en la calle y no me siento muy a gusto poniendo la tienda en el campo.
Al pasar por Mileto veo un olivar elevado junto a la carretera y decido parar. Me apetece conocer el pueblo de Tales de Mileto, estudiado en mi juventud. Pongo la tienda y adentro. A dormir. Oigo codornices… A las seis menos cuarto, a la vez que el sol, me levanto, recojo y continuo el viaje. Pero esto ya es otro dia! Ja , ja
etapa 30 250 km
