Ultimo dia en Francia (de la ida, claro!). Para desayunar me como un trozo de pizza (en Francia) y busco internet para descargarme el nuevo mapa de Italia. Imposible, salgo sin el mapa. Preocupado por el freno delantero busco un taller oficial para que cambien el disco. Es un dineral y ademas no lo tienen en un par de dias. El jefe de taller me dice que no me preocupe, que no tiene ningun riesgo y que muchas motos van con el disco asi. Puedo continuar y ya veremos… Supongo que desgastara mal las pastillas, no?
Cojo la S1 direccion Genova. O sea, por la costa. Paso por Monaco, Montecarlo. Estan preparando todo para la carrera de F1 que tendra lugar en unas semanas. 
Cientos de pueblos y atascos. Mi procesion particular. Un calvario. Llego a las nueve y media al albergue, con el GPS pero sin fiarme mucho de el porque me manda por sitios muy raros: Una carretera elevada en medio de la ciudad, eso si, con unas vistas preciosas, (las motos, vespas sobre todo, van a toda velocidad adelantando a los coches y yo tengo que ponerme las pilas) y despues, callejuelas en cuesta que nunca se acaban y en las que no se ve a nadie.
En el ultimo momento, justo llegando, se acaba la bateria del movil-GPS. Encuentro a unos jovenes que me dicen que el albergue esta al lado. Menos mal que es grande y esta abierto. Estaba empezando a ser angustioso. Genova es una ciudad muy grande y muy caotica para andar perdido tan tarde.
Aunque cansado, hago el check in y dejo las maletas para irme con la moto al centro. Hay muchas motos y esto es la selva…
A la misa del gallo en la catedral de san Lorenzo. No se como lo hago pero llego a la primera. La intuicion ha funcionado. La catedral es impresionante: columnas blancas y grises… Musica de coros y organo. Los bajos del organo llenan el edificio. Es una pasada. Al final el obispo, Angelo, sale andando y va saludando afable a todos los que se encuentra. Me da la mano, me hace un gesto y me dice algo, pero, cachis… tengo que aprender italiano!
Al salir compro en un puesto una rosquilla siciliana. Vuelvo al albergue, muy tarde. Y me pierdo en el laberinto de cuestas. Pongo el GPS pero no tengo el soporte para colocarlo en la moto y me sigo perdiendo. Con los edificios no coge bien la senal. Al final decido llevarlo en la mano derecha a la vez que el acelerador y poder verlo en movimiento. Llego por fin al albergue. Y sorpresa! Aparco mi moto junto a otra que me suena… Es la de mi amigo Canadiense! Coincidimos de nuevo! Muy cansado y con las munecas doloridas del largo viaje me voy a dormir.
Etapa 15
200 km
