Salgo con el GPS de Napoles. A veces no coge cobertura y me hace pasar dos veces por el mismo sitio. Las calles estan adoquinadas y llenas de baches, gigantescos. Es muy peligroso y muy incomodo. Y varios kilometros asi. Hasta que en un semaforo un chico en un coche me avisa de que llevo la maleta derecha colgando a punto de caerse. Como? Y ahora que hago yo? Paro. Tranquilidad. Trato de sujetarla como puedo con un par de bridas que llevo en la moto. Pregunto a un cartero si hay por ahi algun herrero (Ferraro). Me dice que a cien metros hay uno bueno (Que suerte!). Voy alli y el senor muy amable me arregla el destrozo. La caida en Draguignon dejo la estructura que sujeta las maletas rota y con los baches ha terminado de romperse. Que mal, pero que bien al mismo tiempo. Ya que si se me termina de romper en marcha hubiera perdido la maleta y al caerse se hubiera roto (y no se como hubiera podido seguir). Ademas si me hubiera ocurrido en otro lugar es muy posible que no hubiera encontrado un herrero y bueno. Ademas un senor que tenia un negocio al lado se ofrecio a guardarme el casco mientras tanto. Muy amables. Bien!
Segui contento tras haber solucionado felizmente el problema hasta Herculiano. Impresionante. Metros y metros de ceniza encima de los edificios. Lo que debio de sufrir esa gente… Muy interesante como eran las ciudades romanas, las calles, casas, banos, termas, tiendas, bares… Miro al Vesubio con mucho respeto…
Sigo despues para enlazar con la costa Amalfitana. Esto es un derroche de belleza. Hoy es un dia extraordinario. Que estampas tan excepcionales en las que las montanas se incrustan en el mar. Que bonitos los pueblos con casas apinadas… Tengo que volver para verlo mejor. Hoy el viaje ha sido muy condensado.
Llego ya de noche a Salerno. Me pierdo para no variar metiendome en la autopista que sale de la ciudad justo cuando estaba llegando.
Etapa27 140 km